Pareciera que cualquiera que leyera ese titulo, pensaría que Cobresal simplemente aplastó a Santiago Wanderers en la cancha, cuando realmente no fue tan así. La diferencia paso únicamente por la gran eficacia de los atacantes cobresalinos, en contrapartida de los arietes caturros que no vieron una, y siguen en sequía goleadora, pues aún no han marcado ni uno solo en lo que va de la segunda vuelta del torneo nacional 2010.
En los primeros minutos se vió a un Santiago Wanderers muy decidido a romper el cero y tener una jornada de aquellas, más sus planes se verían truncados tempranamente, ya que a los 4 minutos el juez de la contienda, Julio Bascuñan, sancionaría un penal para la visita, producto de un infantil agarrón de Desvaux sobre el charrúa Alvaro Pintos en el área. La gente recién se estaba acomodando, y el marcador ya estaba abajo, con gol desde los doce metros, once pasos, del propio Alvaro Pintos. Fue un valde de agua fría, momento preciso para que los Panzers comenzaran a alentar más que nunca a sus muchachos, comprendiendo lo desafortunado que habia sido el inicio, mientras Jorge Garcés por otro lado, se media en una rencilla con el cuarto árbitro que no paso a mayores. De ahí en adelante los locales crecieron enormemente, y tuvieron muchas llegadas, como un buen remate de distancia de Sebastián Méndez que se fue por muy poco, y un casi casi de Gigena, que de no haber sido por la insistente marca de Astorga, habria sido gol... quizás. Pero la más clara sería la acaecida en el minuto 21, cuando Carlitos Muñoz se pasa a Viligrón, y queda mano a mano por un costado con el arquero, más su remate sería una masita para el arquero Burgos, de gran partido. Eran los mejores pasajes de Wanderers, pero Cobresal nuevamente lograría batir las mallas del arco caturro, con un gol de otro planeta de Adrián Faundez -pieza clave de Cobresal en el triunfo-, quién se quitó la marca de Agustín Parra, y clavó una pelota cruzada desde 16 metros en un ángulo imposible. Era el 2-0, y pude haber sido pronto el 3-0, y el 4-0, pues Cobresal ahora si que comenzaba anular a un desorientado Wanderers, que no cambiaria mucho con los ingresos de Pablo López y Sebastián ubilla, en reemplazo de un caliente Franco Quiroga que no quería saber nada más del partido y de Oscar Opazo respectivamente. Las acciones ya terminaban en el primer tiempo, se habían dado 2 de adición, y los dirigidos de Lucho Musri marcaban el tercero, con una gran jugada de Faúndez por un costado que se la sirve a Pintos para que éste definiria tranquilamente ante un desprotegido Reyes.... era ya demasiado castigo.
La gente estaba molesta, no con el técnico, sino que con algunos jugadores, como el bufalo Gigena, "que no le hace goles ni al señor PF" como gritaría un colega nuestro desde el fondo, con Agustín Parra, con Devaux, y sobre todo contra el presidente de Wanderers, Jorge Lafrentz.
Tal vez el segundo tiempo hubiera sido distinto si es que no le hubieran anulado ese gol a Carlitos Muñoz, recién habiendose jugado el primer minuto del segundo tiempo, pero el lineman estuvo muy severo con los caturros, quienes tuvieron un sinnumero de posiciones ilicitas a lo largo de todo el partido. La gente ya perdía la fe, y se retiraron molestos poquito antes de que terminará el partido, y menos mal porque no alcanzarían a ver el cuarto gol de la visita, en los pies de Estebán Saez.
A la salida, insultos contra el presidente por parte de la fanaticada, quienes exiguen saber que fue del dinero conseguido a través de la venta de Eugenio Mena a Universidad de Chile. Wanderers suma su sexta derrota al hilo, su sexto partido sin anotar y la gente se impacienta, pues ven ahora a su equipo disputando la promoción. El próximo desafío de los porteñoz será frente a Palestino en La Cisterna.
Por Maximiliano Acuña.
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