De mala a pésima la actuación de Chile frente a Ucrania, y no es que esperara mucho del combinado que llevó Bielsa hacía el país europeo. Porque en primer lugar hay que decir que era un equipo improvisado, lleno de jugadores que desde que llegó Bielsa han estado solamente siendo probados por el rosarino, y que a las finales nunca están en las convocatorias para los partidos por los puntos. Los casos son múltiples: Fernando Meneses, Héctor Mancilla, “Chapita” Fuenzalida, Emilio Hernández, etc. Más otros nuevos valores que vienen realizando buenas actuaciones en las selecciones sub algo, fueron el caso del jugador de Huachipato, Carlos Labrín, y la resiente contratación de Universidad de Chile, Eugenio Mena. Y también los que si son convocados regularmente, pero que no son titulares como Luís Marín y Rodrigo Tello por mencionar algunos. En pocas palabras una Selección B, y para mi no muy competitiva.
Y eso se notó lamentablemente en el partido de hoy, porque cuando estos chicos tocaban la pelota se notaba que no había un referente claro. Sabían que como siempre Bielsa lo dispone, tenían que atacar, irse adelante, meter, presionar, encarar y eso, pero cuando no vez en la cancha a alguien que tú sabes que la cuida y pone la experiencia o el talento, te desesperas y caer en errores.
Pero vamos por parte. En el arco Marín no se le vio tan contundente como en otras ocasiones, quedó corto en algunos centro y en el primer tanto le faltó firmeza en la mano para despejar el remate, aunque hay que decir que tampoco hizo mucho porque las ocasiones que se generaba Ucrania en su mayoría se iban muy desviados.
En la línea de fondo hubo muchos problemas, Marco Estrada demostró que sigue muy por bajo el nivel que le vimos en las pasadas clasificatorias, lento impreciso y complicando la salida chilena por tratar de salir con la pelota dominada en algunas ocasiones. Carlos Labrín tampoco estuvo muy atento. A esto hay que sumar que la escuadra de Marcelo Bielsa al caer nuevamente en la obsesión por mandarse en ataque, hizo que estos dos jugadores “pagaron el pato” teniendo que enfrentar solos los embates de los ucranianos.
En el medio se notó que faltó alguien que se envalentonara y tratara de llevar la pelota al otro lado saliera claramente o habilitara a los demás, pero nadie lo hizo bien, más allá de que tanto Matías como Valdivia no estén pasando por su mejor momento (aunque Mati ya ha hecho dos goles consecutivos en la liga portuguesa), se notaron sus ausencias, y en este sentido el palo es tanto para Pedro Morales como para Rodrigo Tello, el primero que sencillamente hizo poco y nada, salvo un remate muy desviado, y Tello que no tuvo mucha participación en el juego. El otro era Millar y se nota que le puso mucho esfuerzo, pero como capitán tampoco fue capaz de ser el referente que Chile necesitó, a su favor hay que decir que al menos intentó llegar al gol con remates de fuera del área e inquietando en parte al meta ucraniano Pjatou.
Pero en honor a la verdad hay que decir que si hubo alguien que fue capaz de convertirse en referente para sus compañeros sólo por momentos, sobretodo en los últimos pasajes del partido, Mauricio Isla, y fue tanto así que como veía que Mancilla mi Meneses causaban peligro en el arco ucraniano, se tuvo que convertir por momento en el único agente ofensivo, sacrificando el físico (carrileó constantemente toda la banda derecha), rematando cada vez que tenía la oportunidad, y afortunadamente con el ingreso de José Pedro Fuenzalida, formaron una pequeña sociedad, que a Chile le alcanzó para hacer el descuento, y con la misma formula casi anota el empate sobre el final. Esto hizo que el partido que hicimos hoy en Kiev nos salvara de la vergüenza.
En definitiva un partido muy malo por parte de los nacionales, y que por mi parte, deja dos cosas claras:
- Primero: Señor Marcelo Bielsa, por favor, está bien buscar jugadores y pensar en próximos nominados, pero eso no quiere decir que juguemos los amistosos con una Selección B, hay que darle rodaje al juego del plantel estelar.
- Y segundo: señor Harold Mayne-Nicholls, consígase un par de amistosos decentes, está bien Ucrania es un buen rival, pero el próximo amistoso es con Omán y suena otro con Katar, eso no es ningún desafío. Faltan esos desafíos con potencias como Francia o Inglaterra (y no se saque los pillos armando uno con los mexicanos mire que esa ya está muy trillada).
Por Mauricio Leiva.
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