domingo, 3 de octubre de 2010

Everton v/s Colo Colo: El entusiasmo no fue suficiente.

En un atractivo partido, Everton de Viña del Mar no pudo doblegar la efectividad de Colo Colo que vio en Jonquera -como ha sido la tónica de las últimas fechas- a su máxima figura, y perdió por 0 a 2.

Bajo la dirección de Patricio Polic y ante más de nueve mil espectadores (más de ¾ de la erán de la fanaticada alba), el partido en sus primeros minutos fueron parte de Everton, porque si bien no llegaba colectivamente, sí se las ingeniaba para llegar con peligrosos remates de distancia, como el de Maximiliano Ceratto a los 7' estrelló el balón en el horizontal, evitando la sorpresa. Pero después Colo Colo sacó a relucir su mejor juego gracias a las buenas arrancadas por derecha de José Pedro Fuenzalida. Precisamente así se abrió el marcador, en el minuto 25’, un buen pase de Cristóbal Jonquera permitió que el “chapa” se arrancara por la banda derecha y sacara el centro y es el mismo Jorquera quien termina la jugada con un cabezazo impecable.

En el segundo Everton seguía con todo en búsqueda del empate a través de remates de distancia, pero Francisco Prieto estaba en una tarde inspirada y sacó todo lo que Mauro Guevgeozian y César Cortés le mandaban, y cuando no fue el palo el que estuvo presto para mantener en blanco el arco del equipo albo. Colo Colo aprovechó esto a los 63' y mató el partido con una excelente jugada personal de Esteban Paredes que tocó con el amigo de todos, Cristóbal Jorquera, este se la devolvió con un centro perfecto diciendo “hágalo”, pues Paredes estaba sólo, y puso el último tanto de la noche.

El resto del partido fue un poco lo mismo Everton buscando, pero el palo y Prieto fueron un frontón imposible para los arietes populares.

Con este resultado Colo Colo retomó la cima del campeonato, y Nelson Acosta que según muchos de no ganar el compromiso terminaría su vínculo con la institución oro y cielo, recibió todo el apoyo de sus pupilos como de la dirigencia, pero la hinchada si bien se fue tranquila por el esfuerzo, ya no quieren saber más de “Don Nelson”.

Por Mauricio Leiva.

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